lunes, 29 de noviembre de 2010

Fotos de Yuyanapaq en relación al texto "Diferencia para la igualdad: repensando la ciudadanía y la interculturalidad en el Perú" de Santiago Alfaro

Por: Christian Felipe Tineo Cossio


Hace tres décadas, en el Perú se inicio una ola de acontecimientos violentos que afectaron, en especial a los pobladores de la sierra de nuestro país. Con el objetivo de hacer reflexionar ante estos hechos, la Comisión de la Verdad y Reconciliación realizó una muestra fotográfica llamada "Yuyanapaq=Para recordar" en la cual se muestran imágenes del conflicto armado interno, en el cual participaron terroristas, miembros de las Fuerzas Armadas, grupos paramilitares, y las víctimas fueron los pobladores de todo el Perú. En este contexto, y en base a la lectura realizada de "Diferencia para la igualdad" de Santiago Alfaro, se analizarán algunas fotos seleccionadas que guardan relación con los temas mencionados por Alfaro.



                       
En la foto mostrada anteriormente, apreciamos a un grupo de integrantes del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), dando charlas sobre su doctrina con el fin de captar más adeptos. Grupos como este aparecieron como consecuencia de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Por ejemplo, la falta de igualdad de derechos que existe en nuestro país, pues la justicia no es equitativa para todos, sino que siempre se da prioridad a los ciudadanos adinerados; asimismo, influyó el poco interés que muestra el Estado por los lugares más remotos del país, los que se encuentran en una situación de abandono indescriptible, en donde la gente no tiene ni para comer, donde se sufre por un trabajo y una remuneración. Por todo esto, fueron apareciendo grupos que luchaban por una sociedad más justa y donde no les importaba el precio que tenia que pagarse para alcanzar ese objetivo. Así se trate de vidas humanas, éstas debían ser sacrificadas para lograr el fin determinado. Esta situación se debió, en gran parte a la exclusión social y al olvido por parte del Estado de cierto sector de nuestro país.


Foto: Ernesto Jimenez                                          

En la foto anterior, vemos a un grupo  de mujeres pidiendo justicia y atención por parte del aparato estatal para que les faciliten la ayuda necesaria para buscar a sus familiares, pues están desaparecidos y nadie les brinda información sobre su paradero, luego de que fueron tomados a la fuerza por el grupo terrorista Sendero Luminoso (SL), quienes pasaban de pueblo en pueblo matando y secuestrando gente inocente que no aceptaba unirse a ellos dejando mujeres viudas y niños huérfanos. De lo anterior, se puede concluir que por esos años, en  el Perú se vivió una época de desigualdad y discriminación, pues a la gente de la Sierra que se caracterizaba por tener bajos recursos,  no se les tomaba importancia y no se les prestaba atención a sus reclamos. De igual manera, se transgredió el derecho a la vida, ya que los terroristas cometían numerosos homicidios todos los días.
                                           
Foto: Óscar Medrano. Revista Caretas

Foto: Jorge Torres. Revista Gente
                                                                                          
En estas fotos mostradas anteriormente, se aprecia una reunión de ronderos, quienes se reunían para acordar sus turnos sobre cómo resguardar sus aldeas de los terroristas. Esta acción nos muestra el sentido de interculturalidad por el que luchaban estos campesinos, pues deseaban que en su comunidad y alrededores prevalezca la igualdad, respeto y cooperación entre los pueblos.  


En conclusión, durante la época del terrorismo, se vivió un clima de violencia y falta de ética en el Perú, ya que los grupos terroristas salieron a las calles con el fin de luchar por una sociedad intercultural, pero sus acciones, por el contrario, iban en contra de lo que proclamaban pues no respetaban los derechos de las personas ni ejercían un correcto concepto de ciudadanía.           

Los atentados de Tarata y Ucharaccay en base a la muestra fotográfica "Yuyanapaq" y la obra de Alberto Flores Galindo "Buscando un inca"

Por: Jorge Luis Paucar Albino


En base al análisis de la muestra fotográfica "Yuyanapaq" de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y de la obra de Alberto Flores Galindo "Buscando un inca", se explicará como algunas fotos que forman parte de la exposición fotográfica nos reflejan los problemas que acontecieron durante la época del terrorismo en el Perú. Para ello, se hará uso de las fotos relacionadas a la matanza de Ucharaccay y al atentado de la calle Tarata en Miraflores. Considero estos dos atentados como importantes, ya que, en el primero, se nota claramente la falta de consideración por la vida humana y, en el segundo, se toma conciencia nacional del problema del conflicto armado interno y hace que las personas reflexionen ante ello. A continuación, les mostraremos cuatro fotografías que forman parte de la muestra fotográfica "Yuyanapaq", dos relacionadas a la matanza de Ucharaccay y las dos restantes del atentado de la calle Tarata en Miraflores. Estas fotos servirán de utilidad para la explicación del problema del terrorismo en el Perú en base al texto de Flores Galindo. Además, serán de mucha utilidad las ideas de Miguel Giusti acerca de una de las causas del terrorismo relacionadas a ideas de Immanuel Kant.

Una de las causas del terrorismo y la violencia política producida en el Perú durante 1980 y el 2000 es la exclusión social de cierto sector de nuestra población. Muchos ciudadanos peruanos no se sentían iguales a los pobladores de la sierra. Los problemas que le acontecían a ese sector de la población no los sentían como propios, sino como ajenos: era un problema de "ellos", pero no de "nosotros". No se consideraba a los pobladores de la sierra como iguales en deberes y derechos, los miembros de la nación peruana no estaban bajo las mismas condiciones y posibilidades. Ante ello, cabe mencionar que tanto costeños, selváticos o serranos son parte de una sola nación y deben tener los mismos derechos y deberes, y gozar de las mismas posibilidades. Sin embargo, durante muchos años se mantuvo excluida a la población de provincia y la diferencia entre estos y los limeños era muy grande en cuanto a servicios como salud y educación. De esta manera, la presencia del Estado en ciertas comunidades campesinas era casi nula. Este problema proviene, de acuerdo con Flores Galindo, desde la época colonial, ya que en esa época "...separaban a los hombres por su nivel de fortuna, por distingos culturales o por las demarcaciones étnicas". A partir de ello, podemos afirmar que las diferencias sociales se manifestaban explícitamente a través de la separación de grupos según un determinado criterio, lo cual consiste en una forma de discriminación. Esto se vio reflejado cuando, durante la época del terrorismo, los ciudadanos limeños no sentían como problema propio la violencia desatada en la sierra de nuestro país.


Sin embargo, no fue sino hasta el atentado de la calle Tarata en Miraflores en 1992 que se tomó verdadera conciencia del problema que afectaba al Perú. El problema dejo de ser del "otro" para ser de "nosotros". Esto se debe, de acuerdo con Flores Galindo, a la existencia de dos repúblicas en nuestra sociedad. Si antes era república de indios y de españoles; luego fue la separación de los capitalinos, por un lado, y los provincianos o serranos, por el otro. De esta manera, Lima veía como ajenos los atentados cometidos durante la época del terrorismo. El atentado en la Calle Tarata es el punto de quiebre en la historia del conflicto armado, ya que a partir de este acontecimiento la sociedad peruana tomo conciencia real de lo que pasaba en nuestro país. En la siguiente foto, observamos cómo quedo la calle Tarata un día después del atentado senderista ocurrido el 16 de julio de 1992, el cual dejó 22 muertos, más de 100 heridos y cerca de 200 viviendas inutilizadas.





Las consecuencias inmediatas del atentado senderista las podemos apreciar mediante la siguiente foto, en la que aparecen dos hombres cargando a un joven herido producto del estallido del cochebomba en la calle Tarata en Miraflores. En ese momento, todos ayudaban y cooperaban en las labores de rescate, todos se sentían afectados por ese atentado y se logró una visión de la realidad que involucraba a todo el país.



Foto: Fátima López


Como podemos apreciar, luego del atentado perpetrado por Sendero Luminoso en la Calle Tarata en Miraflores, la gente de Lima dejo de ver al terrorismo como un problema ajeno y lo asumió como propio y vivieron en carne propia los mismos sentimientos que sus hermanos de la sierra sintieron al ser afectados por estos crímenes.Se dejó de lado el centralismo que se producía privilegiando a la ciudad capital, Lima, frente a las otras provincias y se tuvo una visión más nacional del problema. Con ello, el país entero se unió y enfrentó, a través de marchas por las calles, reuniones en las iglesias y vigilias, al conflicto armado y en favor de la paz en el Perú.

Por otro lado, esa falta de identificación y reconocimiento con el "otro" hizo posible que durante muchos años en el Perú, se perpetren atrocidades que atentaron contra la vida de las personas sin tener el más mínimo respeto por la vida humana. Todo ello es consecuencia histórica de al situación en la que se vivía desde la época colonial. Durante esos años, la sociedad peruana se había establecido de manera vertical y mediante castas. Como dice Flores Galindo: "Naturaleza y sociedad eran inamovibles. Los hombres estaban clasificados de la misma manera que las plantas y los animales.(...) Todos creían que la división en estamentos era necesaria para evitar el desorden." Este pensamiento no varió para el inicio de nuestra era Republicana. Además, las diferencias sociales y económicas ya existentes en la sociedad peruana se vieron reforzadas con el pago de la deuda interna que se comenzó a hacer efectivo a partir de 1850. Con ello, se estaba beneficiando a aquellas personas que habían realizado un aporte durante las guerras por la independencia. El problema fue que aquellas personas beneficiadas se enriquecieron y la clase alta se diferenció mucho más respecto de las otras clases económicas. Según Flores Galindo, los beneficiados con el pago de la deuda interna conformaron una minoría no mayor de cincuenta personas. Esto trajo como consecuencia una mayor diferenciación entre clases. Durante la oligarquía, los gobernantes dirigían el país en favor de ellos mismos y no de las personas pertenecientes a otras clases.

Esta desigualdad presente en la sociedad peruana desde hace mucho tiempo y la exclusión a cierto sector de la población fueron las condiciones que hicieron posible la acogida del pensamiento senderista en nuestro país. Los pobladores de la sierra al sentirse excluidos y no ser tomados en cuenta en las decisiones del gobierno vieron en las ideas postuladas por los senderistas una oportunidad para exigir sus derechos y formar una nueva sociedad. Pero para ello, tenían que arrasar con todo a su paso, sin importar que se trate de vidas humanas. Si era necesario matar a personas inocentes, se tenía que hacer, ya que ese era el medio para alcanzar el objetivo final. Todo ello, hizo que atentados como la matanza de ocho periodistas ocurrida en Uchurracay, Ayacucho, el 26 de enero de 1983, sean posibles. Como vemos en la siguiente foto, no se tuvo piedad alguna al momento de matar a personas inocentes que lo único que hacían era informar acerca del levantamiento de los campesinos en contra de Sendero Luminoso.

Foto: Diario Oficial El Peruano

Los periodistas asesinados en el atentado de Uchuraccay fueron hasta esa localidad para informar acerca de los hechos ocurridos anteriormente como la matanza a adolescentes considerados como senderistas. Las víctimas de este atentado, querían saber la verdad de los hechos que afectaban a esa comunidad, ya que los campesinos se encontraban entre dos fuegos: el Estado matando a sospechosos de terrorismo y los senderistas matando a gente inocente para causar el terror. Hasta el momento, no se ha esclarecido lo que paso realmente esa tarde donde murieron los ocho periodistas, ya que no se sabe si fueron asesinados por comuneros campesions, por miembros de Sendero Luminoso o por miembros de las Fuerzas Armadas. A pesar de ello, una de las víctimas, Willy Retto, logró captar algunas imágenes antes de su muerte. La imagen mostrada a continuación es la última foto captada por Willy Retto momentos antes de su muerte.

Foto: Willy Retto

Como vemos, la exclusión social hizo posible que las ideas de Sendero Luminoso tuviera cierta acogida en un sector de la sierra de nuestro país. Esto implicaba que personas vivían, morían y mataban por sus ideas políticas. De esta manera, los senderistas estaban dispuestos a morir y a matar para que sus ideas se lleven a la realidad. Este es un claro ejemplo de alcanzar un objetivo sin importar los medios necesarios. En este caso, las vidas humanas era un precio que se tenía que pagar para alcanzar un fin determinado. No importaba lo que se encuentre en el camino, había que arrasar con todo si fuese necesario. Esto fue consecuencia de la mala interpretación de ciertas ideas filosóficas propuestas por Kant como la que decía que debíamos actuar de tal manera que lo que hagamos quisiéramos que se cumpla de manera universal. Esto se debe, según Miguel Giusti, a que para Kant, el individuo es juez de sí mismo y, como tal, solo él, en su propia conciencia, sería capaz de discernir entre lo bueno y lo malo. Pero de esta manera, afirma Giusti, la supuesta universalidad normativa se desplaza subrepticiamente a la convicción subjetiva, la cual se erige a sí misma en principio y criterio último de discernimiento en el ámbito de la moral. Con ello, el individuo podrá llevar a cabo los más atroces crímenes, con la conciencia perfectamente limpia y orgulloso de estar sirviendo así a la causa de la humanidad. Esto se refleja claramente en lo ocurrido durante la época del terrorismo de nuestro país, cuando los terroristas mataban a gente inocente con la convicción de estar haciendo lo correcto en favor de la humanidad y que las vidas humanas era un precio que se tenia que pagar.




BIBLIOGRAFÍA

COMISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN (2003) Yuyanapaq = Para recordar: relato visual del conflicto armado interno en el Perú. 1980 - 2000. Lima: CVR; PUCP. Fondo Editorial.

FLORES GALINDO, Alberto (1987) Buscando un inca. Lima: Instituto de Apoyo Agrario.

GIUSTI, Miguel (1999) Alas y raíces: ensayos sobre ética y modernidad. Lima: PUCP. Fondo Editorial.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Fotografías de la exposición Yuyanapaq relacionadas con "Reconocimiento, igualdad y participación : el continuo y complejo proceso de construcción de la ciudadanía" de Pilar Robledo

De: Anita Ortega


En la presente publicación, explicaremos el problema del conflicto armado interno en el Perú producido entre los años 1980 y 2000. Para ello, tomaremos como referencia la muestra fotográfica "Yuyanapaq" y el texto de Pilar Robledo. A continuación, les mostraremos algunas fotos donde analizaremos la relación entre las imágenes vistas y algunos temas mencionados por Robledo.




En la foto mostrada anteriormente, podemos apreciar a soldados del ejército deteniendo a indocumentados por ser sospechosos de cometer actos terroristas. Con ello, se da manifiesta el prejuicio de que por pertenecer a cierto grupo social como lo son los indocumentados o analfabetos se les debe restringir de ciertos derechos como el de la libertad. En este caso, por el hecho de no tener DNI, se está procediendo a la detención inmediata de las personas. De ello se puede inferir que por no tener documento de identidad, estas personas no son reconocidos por el estado como verdaderos ciudadanos y se les quitan algunos derechos. Entonces, podemos afirmar que estas personas por el hecho de no tener documento de identidad se les esta vulnerando sus derechos básicos como el de la libertad.



En la foto anterior, se aprecia a una mujer que forma parte de las rondas y comités de auto defensa. Durante la lucha antisubersiva, las rondas campesinas tuvieron una importante función, en especial en la localidad de Cajamarca, donde se enfrentaron a los terroristas. De acuerdo con Robledo, poner en práctica la ciudadanía no es nada fácil, por el contrario, la falta de confianza y la carencia del reconocimiento por la dignidad de la persona impiden de cierta forma que la ciudadanía se ejerza de manera eficiente. A pesar de ello, en Cajamarca, los pobladores decidieron defender sus derechos e impedir la muerte de sus compañeros y de ellos mismos involucrándose a tal punto de tomar las armas.

Ser y hacer: la participación como exigencia y compromiso asumido con la ciudadanía

La siguiente foto fue tomada tres años antes de que la líder populista María Elena Moyano fuera elegida como teniende alcalde de Villa El Salvador. En la foto, aparece Moyano dándole de lactar a su menor hijo David.

Foto: Vera Lentz

En la siguiente foto, aparece Moyano en un acto público en 1992. Ella llegó a ser teniente alcalde de Villa El Salvador, fue militante de Izquierda Unida y presidenta de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador.

Foto: Diario La República


Obtener la ciudadania implica también comprometerse a conocer los problemas y discutir los estereotipos. Para construir una ciudadanía, el primer elemento a utilizar es la participación, que no es solamente aquella que se asocia con el voto en las elecciones, sino que la participación ciudadana es el poder para intervenir en el desarrollo social. Tal fue el caso de María Elena Moyano, de quien son las imágenes mostradas anteriormente. Moyano fue una joven dirigente de Villa El Salvador, quien tuvo el valor de enfrentarse a Sendero Luminoso para defender los derechos de su pueblo. A pesar de conocer la violenta realidad, Moyano quiso cambiar la esa penosa realidad a través de un discurso, el cual provoco a los miembros senderistas e hizo que estos comentieran un atentado contra su vida asesinándola en febrero de 1992. Con ello, el pueblo de Villa el Salvador la tomo como emblema y ejemplo de coraje para enfrentar y vencer a la violencia política de nuestro país.

Relación entre algunas fotos de la muestra fotográfica Yuyanapaq y el texto de Nelson Manrique "Algunas reflexiones sobre el colonialismo, el racismo y la cuestión nacional"

Por: Alexander Vicente

A continuación, se presentarán algunas fotografías extraídas de la exposición "Yuyanapaq" que creó la Comisión de la Verdad y Reconciliación con el objetivo de hacer reflexionar a la población peruana acerca de las causas y consecuencias del conflicto armado interno que se vivió en nuestro país entre 1980 y el 2000. En este sentido, las fotos que se mostrarán a continuación están relacionadas con algunos de los temas a los que hace referencia Nelson Manrique en su obra "Algunas reflexiones sobre el colonialismo, el racismo y la cuestión nacional". Este texto nos detalla como el racismo cumple una función decisiva en la exclusión social de la cual son parte muchos pobladores de la sierra.



Foto: Onésimo Bottoni. Diario Oficial El Peruano.


Esta imagen está relacionada con el texto de Nelson Manrique, ya que muestra a miembros de las Fuerzas Armadas "dictando" clases de patriotismo a los niños del asentamiento humano Huaycán en Lima. Al respecto, Nelson Manrique nos dice: una forma de discriminar es cuando se afirma que se debe “educar” al sector pobre. Con ello, se entiende que los pobres son, en su mayoría analfabetos o no reciben educación. Por un lado, se admite que los pobres no reciben servicios de calidad y, por otro, se juzga bajo el prejuicio de que los pobres son analfabetos. Por otro lado, se pretende eliminar la pobreza a través de la educación lo cual no es del todo cierto. Además de darles buena educación a los pobres, es necesario que gocen de todos los beneficios como servicios de salud para que tengan un buen crecimiento y obtengan un buen desempeño académico.



Foto: Alejandro Balaguer


En la foto anterior, se aprecia a mujere ashaninkas liberadas de un campamento senderista gracias a la operación militar "Ene". Estas mujeres, esperan alimentos donados por el gobierno en Cultiverini, Junín, 1991. Ante ello, se deben buscar las causas por las que estas mujeres cayeron en manos de los senderistas y fueron tomadas como rehenes. Si bien el gobierno logró liberarlas, los ataques contra esta población ashaninka fue muy dura y se debió a la exclusión social de la cual fueron víctimas. Ante la indiferencia del Estado ante esta parte de la población, grupos como Sendero Luminoso aprovecharon la falta de presencia del Estado para atacar y tomar esta zona como propia. Al respecto, Nelson Manrique nos indica lo siguiente: "el racismo cumple una función decisiva en la legitimación de las exclusiones , pues naturaliza las desigualdades sociales..". Por ello, esta imagen de la mujer ashaninka que antes estaba en manos de los senderistas es una muestra clara del racismo y exclusión que hubo por parte del Estado durante este conflicto. Además, se muestra la manera en la que los senderistas se aprovecharon de los indefensos.




Foto: Jorge Ochoa. Diario La República.


En la imagen anterior, se refleja la discriminación hacia los pobladores de Ayacucho, quienes son intervenidos por el ejército como parte de una batida. Esta se producía debido a los constantes atentados que existieron, sin embargo esto no les daba el derecho y autoridad para juzgar como culpables a pobladores inocentes que no tenían vinculo alguno con el terrorismo. Ante ello, Nelson Manrique afirma que: “el racismo construye al objeto de la exclusión racial”. Ello se ve reflejado en esta imagen, ya que se vulneran los derechos de las personas con el objetivo de vencer al terrorismo; es decir, para pacificar el país violaron los derechos de muchas personas, lo cual es inaceptable desde todo punto de vista.